martes, 4 de septiembre de 2012
Hope
Los días se quedaron atrás. Las tardes se confunden con las noches, sumiendo el camino en sombras tratando de esconderlo del destino.
Un destino que nos es otorgado, pero no como un regalo, sino como un trofeo por el que debemos superar todos los obstáculos que nos ocultan el verdadero camino por el que debemos transitar hasta llegar a nuestra meta final.
Y que si hay días que caminamos a ciegas? dormidos, inconscientes, sin rumbo , o sin sentido? incapaces de distinguir las lineas que delimitan el camino.
Lo importante es que no nos perdamos a nosotros mismos. Que sea cual sea el camino que nos espere entre las sombras, no seamos nosotros los que nos encontremos entre la oscuridad.
Iluminate, con la luz de la esperanza. La esperanza que hay en cualquier cosa pequeña . Una sonrisa, una mirada, un gesto, un objeto sin valor... La que encuentras sin buscarla, o la que buscas en tu interior y encuentras al darte cuenta de que sigues siendo tú, que a pesar de que el camino es borroso, duro e incierto, tú no te has rendido.
Supongo que la moraleja de todo esto es que siempre hay esperanza , aunque no siempre seamos capaces de verla con demasiada claridad.
Así que si no la encontráis , no desesperéis, aparecerá y cuando lo haga dará igual que el cielo sea gris o azul celestes, será del color que vosotros deseéis.
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Y tantas veces que nos perdemos en esa oscuridad impenetrable que nos rodea, que nos abraza y nos empuja hacia a saber qué destino. Esa esperanza, esa luz, tantas veces es tan esquiva. Hay que buscar y esperar, en esas ocasiones no queda otra...
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