lunes, 25 de abril de 2016

Salas de espera

Sentada en la sala de espera , miraba al suelo, porque no quería ver nada más.
Supongo que todos los estímulos exteriores eran demasiado.
A su alrededor dos ancianos cogidos de la mano , dos adultos jugando al móvil entre ellos , una embarazada y un padre con su hijo.
Se preguntaba que había hecho mal para que toda esa gente tuviera una vida hecha , plena , completa , y ella siguiera inmersa en sus propias dudas , a la deriva, sin saber muy bien como salir de ahí , o si seguía teniendo las fuerzas suficientes para intentarlo.
Así había sido siempre , remar y remar, no concebía otra opción que seguir luchando y seguir hacia delante. Sólo que a veces le gustaría que el universo fuera más amable y le recompensara el esfuerzo.

En su cabeza sonaba demasiado egoísta , pero de un tiempo a esta parte había empezado a creer que preocuparse por uno mismo , sin dejar de preocuparse por los demás, no era ser egoísta , era quererse a uno mismo. Aunque la mayoría del tiempo ella no se quisiera demasiado.

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