Ese momento en el que miras a alguien que te importa , ese alguien que te miraba con tanta ternura que incluso podías sentir su mirada aunque no lo tuvieras enfrente. Ese alguien que conseguía calmar tus miedos y apaciguar tu interior. Ese alguien que te importa aún por encima de romanticismo y demás sentimientos bucólicos. Alguien que se ha ganado un pedacito de tu corazón, con su sencillez, su ternura, su mirada , sus abrazos... su entera persona.
Y ahora mira así a otra persona, a alguien a quien ama y sientes que deseas más que nada en este mundo que sea feliz, porque de la misma forma él lo desearía para ti. Pero sientes vació, y sientes miedo, porque las cosas han cambiado, las miradas han cambiado. Y tiemblas al imaginar que en algún momento perderás esa ternura del todo, una ternura que crees que también acabarás perdiendo tú.
Hay personas que te hacen mejor persona, o al menos más fuerte, valiente y consciente de que aunque creas que ya no sientes nada, te equivocas.
Solo espero, tratando de no tener ni un ápice de tono egoísta en ello, que vayas a donde vayas y estés en donde estés, sigas siendo esa contrapartida, ese querer no romántico y ese apaciguador de mi alma.
Me haces ver muchas veces que estoy equivocada...
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