jueves, 1 de diciembre de 2011

Millones de personas

Hay millones de personas en el mundo. Tantas que a lo largo de toda tu vida no conocerás ni a un tercio de la mitad de la población mundial. Y es que a la vista del universo debemos ser tan insignificantes como lo son esas personas desconocidas para nosotros.
Pero un día te cruzas con alguien y ese alguien deja de ser una persona insignificante para ser algo más en tú vida.
Con algunas tendrás más afinidad, confianza o incluso comprensión. Pero hay una clase de "alguien" que consigue establecer una interacción diferente, una conexión. Ni siquiera es algo que se pueda ver a simple vista. Es una sensación tan fuerte que supera cualquier obstáculo físico.
Por suerte yo tenía a cuatro personas así en mi vida. Quizás por la de vueltas que he dado por el mundo.
Mi hermano, mis dos mejores amigas y Layne.

La conexión que tenía con él era algo más fuerte que los sentimientos, algo más allá de lo comprensible; o por lo menos para mi. Si Layne estaba triste yo me sentía rara, si el sufría me ponía de mal humor, incluso he llegado a saber cuando él estaba enfermo solo por como me sentía yo. Sin importar tiempo o distancia.
Debería haberlo sabido. Las sensaciones de esta semana, la apatía... no era morriña, no. Era el anticipo de esta noticia. Todavía me costaba asimilar aquella conversación.

... - ... no puedes aparecer y desparecer de mi vida como si nada, como si no importase. Porque importa -
- lo sé, por eso estoy aquí -
Cuando le pides a alguien que deje de hacerte daño emocionalmente, nunca esperas una respuesta como esta.
- pero necesitaba verte, ser yo quien te contara esto. No podía permitir que otra persona te lo dijera antes. Es algo que jamás me perdonarías -
- me estás asustando - se acercó a mi y enredó sus dedos con los mios.
El tacto de su piel era cálido, como siempre, como si el horrible frió que hacía a esas alturas del invierno no tuviera nada que ver con él.
- estoy enfermo...- el silenció fue tan desolador- ...crónico y necesito medicación diaria -
- yo... desde cuando lo sabes? -
- al poco de conocernos me hicieron unas pruebas, recuerdas?. Detectaron algo extraño y me pidieron repetirlas para estar seguros...- Layne no dejaba de juguetear con el tacto entre su mano y la mía-...cuando me dieron los resultados... para entonces tu ya eras... -
Lo abracé tan fuerte como mis brazos pudieron apretar.
Aquello no podía estar pasando, no podía perderlo de nuevo, otra vez... y menos de esa forma.
-Por que no me dijiste nada? -
- y que pasaras el resto de tu vida junto a alguien que ni siquiera sabe si el tratamiento funcionará , ni cuanto tiempo le queda de vida? Me resulta demasiado egoísta-

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